lunes, 16 de abril de 2012

Bacalao al pil pil con patata "asada"


Para escuchar mientras lees: Todo cambia (Shuarma)


Cambia lo superficial
También cambia lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo
Cambia el clima con los años
Cambia el pastor y su rebaño
Y así todo como cambia
Que yo cambie no es extraño.
(Shuarma)

Hoy os traigo un plato que jamás se había realizado en casa. Mi madre nunca hizo esta receta y yo creo que nunca la había probado en ningún sitio.
Debo ser sincera...el pil pil me salió estupendamente pero el sabor en casa no nos encandiló y eso teniendo en cuenta que a ambos nos encantan todo tipo de recetas con este ingrediente tal y como buñuelos, croquetas, rebozados,  con tomate...
Si buscamos el lado positivo al asunto , por fin hemos encontrado algo de lo que no quisimos repetir.

Si os gusta el bacalao, esta forma de hacerlo realza su sabor, así que podéis probarlo!!!

Este fin de semana ha sido uno de esos en los que la inapetencia me hace pasar largas horas tumbada en el sofá desmarcando arrugas faciales.
Saqué el hocico sólo para que me despelucharan (bolsillo y pelo) y volví a resguardarme en los muros de mi castillo. En esas cuatro paredes donde todo es tal y como planeas, donde elegir con que mantita arroparse para sentirte segura, donde nada cambia si no lo cambias tú de sitio. 
Donde el aire se renueva con nuestra respiración y con las ventanas abiertas, donde no entra el frío ni el calor ajeno, donde decido como y cuando y sobre todo donde, en momentos de "incapacidad mental",  no tengo que excusarme ni pedir perdón porque se me comprende.

Este fin de semana ha sido un alegato al cambio personal. No todo es como parece, ni  como pensamos, ni como debiera y sobre todo no es como queremos...Por eso mi cambio empieza desde dentro de esas cuatro paredes. 



Ingrediente secreto: Que el estómago se estremezca significa que seguimos sintiendo.



  1. En un recipiente hondo o cazuela de barro echamos el aceite y doramos los dientes de ajo fileteados y las guindillas.
  2. Sacamos y reservamos.
  3. Esperamos que se enfríe el aceite (lo dejamos al número 2 de la vitrocerámica que nunca hierva) y metemos el bacalao primero con la piel hacia abajo.
  4. Movemos durante unos cuatro minutos y le damos la vuelta a los lomos y dejamos la piel hacía arriba.
  5. Si parar de mover lentamente el bacalao irá soltando una gelatina en forma de bolitas y con eso será con lo que se emulsionará el aceite.
  6. Seguimos haciendo movimientos circulares lentos intentando que el aceite y la gelatina se mezcle y se convierta en una ligera crema.
  7. El proceso es lento.
  8. TRUCO!!: Si al bacalao se le abren las lascas centrales será que ya está hecho. Así que para emulsionar la salsa más rápido sacamos el bacalao y metemos la parte cóncava de un colador en la cazuela. Con pequeños movimientos circulares hasta que la salsa se convierta en una ligera crema dorada.
  9. Mientras pinchamos la patata sin pelar y la metemos en el microondas 5 minutos (Siempre comprobando la dureza de ésta para que no se nos deshaga) Sacamos , pelamos y partimos en rodajas de 1 cm aproximadamente.
  10. Emplatamos, el bacalao el pil pil por encima, los ajos y guindilla reservados por encima de la salsa (aunque a mí se me olvidó para la foto) perejil picado, al lado la patata con una pizca de sal y de salsa pil pil.
  11. Disfrutadlo que para eso se tarda su ratito en hacerlo!

martes, 10 de abril de 2012

Macarrones con gambas y bechamel



Para escuchar mientras lees: Baby love (The supremes)


Hoy es un día de vuelta...
De vuelta al trabajo
De vuelta al blog
De vuelta a la rutina que me hace dormir cada día a horas decentes, es decir de vuelta al cansancio.

Han pasado los días de descanso , ya han terminado las horas llamadas "libres" para decidir si quedarse en el sofá viendo una película o salir a mojarse el pelo en pleno chaparrón. Han acabado mis días enteros en los que por estar en casa te das cuenta de lo que ocurre cuando no estás, y en este caso a parte de ver como mis gatos aprovechan mi "falsa ausencia" para pelearse y despelucharse como si fueran niños en patio de colegio, no pasa nada más interesante. Por eso es recomendable salir de vez en cuando, no sea que las cuatro paredes se conviertan en el destino de mi locura.

Aprovechamos la semana para terminar cosas pendientes, para disfrutar de la familia, para hacer torrijas y galletas, colocar y volver a descolocar, trasplantar geranios que mi abuela cada año me regala y cortar perejil que ya mide medio metro. Aproveché y dejé comida hecha para la semana "cansina" que suele ser la que va detrás de las vacaciones. Utilicé las horas de la noche para aguantar con los ojos abiertos más tiempo por todos los días que se cierran a las diez y media de la noche... 
A pesar de todo me acabo de dar cuenta que aunque no he salido fuera he disfrutado de esta ausencia laboral y  blogueril  pero amigos todo lo bueno acaba y por eso...para los que no me habéis echado de menos... estoy de vuelta.



Ingrediente secreto: Si no puedes salir montar el picnic en casa !!!

Fuente receta: Libro Pasta

  1. Precalentar el horno a 180º.
  2. En agua hirviendo con sal cocemos los macarrones hasta dejar al dente unos 8 o 10 minutos. Escurrimos y les echamos una cucharadita de mantequilla. Removemos y reservamos calientes.
  3. En una sartén echamos el resto de la mantequilla. Limpiamos el apio (quitamos sus hebras) y picamos. Pochar unos 3 o 4 minutos añadimos champiñones que suelten un poco el agua y a continuación las gambas. Sal y pimienta al gusto. 
  4. Molemos la pimienta cayena, quitando las pepitas (evitar que sea con los dedos que luego van al ojo y ....)
  5. Añadimos a la sartén la bechamel (yo en este caso la tenía ya preparada) Mezclamos bien y se la añadimos a los macarrones.
  6. Engrasamos una fuente para el horno, echamos los macarrones. Espolvoreamos el queso por encima.
  7. Lavamos y cortamos el tomate por la mitad. De cada mitad hacemos finas rodajas que colocaremos alrededor del borde de la fuente elegida. Echamos por encima un chorrito de aceite de oliva. Espolvoreamos todo con orégano.
  8. Metemos al horno en medio a 180º durante 20-25 minutos o hasta que quede bien gratinado.
  9. Servir caliente. ¡Qué aproveche!
  10. Molemos una pimienta cayena quitando las pepitas 
Dedicado a mi madre y a mi abuela, por todo lo que me han dado y enseñado. Dedicado a mi Gordito por apoyarme en todo con lo que me ilusiono y ser tan agradecido con cada receta que hago. Os quiero

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